Ejercicios de invisibilidad
Lo que hacemos, más o menos, es practicar la invisibilidad; experimentamos con los pacientes para volverlos más transparentes. Les sacamos brillo y los enceramos con esmero…intentamos quitarles la opacidad y la resistencia al movimiento. Después los sacamos a la calle, para comprobar si se puede ver a través de ellos.
Lo que imaginó H.G.Wells, nosotros lo hacemos realidad. El secreto para volverse traslúcido consiste en “fundirse” con el paisaje: si afuera hace frío, tú eres el frío, si en el ambiente hay humedad, tú eres la humedad, si las flores se abren, tú ya llevas la primavera dentro…lo dicho, si formas parte del decorado (del cielo límpido, del lago a los pies de la montaña, del mar embravecido, del rayo que incendia el bosque entero…) reflejarás el universo entero convirtiéndote en nada, aspirando al cero.
En el curso también contamos cuentos: de ángeles caídos y de espíritus ignotos, de hombres justos luchando con bestias inmundas, de árboles que no dejan de crecer y de tesoros escondidos en la piedra dura…porque en los cuentos se esconden las instrucciones para volverte invisible, para desaparecer en el más acá.
También hablaremos de cine y películas, para conocer los principales argumentos, los personajes que interpretaremos, las escenas a ensayar y la banda sonora de nuestras vidas…si quieres convertirte en Wally, debes hacerles creer que eres uno de ellos…solo así te podrás volver transparente, solo así podrás diluirte.
La prueba final consiste en lanzarse al vacío… para dejar los miedos, para abandonar los nombres, para quitarse las máscaras y los ropajes viejos, para limpiarnos de la podredumbre existencial, para airearnos el sobaco, para no-ser, y al ser no-siendo (invisible), resucitar.
Alcanzada la transparencia, estaréis en condiciones de volver a otros transparentes. Y esto es lo que podemos ofreceros.
P.D.: de vez en cuando, en el curso, se pinchan agujas.