Medicina Tradicional China y Temperamentos

Las tradiciones antiguas, como la Medicina Tradicional China (M.T.C.), nos enseñan que no se puede entender ningún fenómeno sin observarlo en relación con su medio ambiente. Esto implica tener siempre en mente una visión global del mundo que nos rodea, antes de analizarlo de manera más precisa y según un punto de vista más científico.
Esta manera de mirar y entender el Mundo se conoce como pensamiento analógico: intenta descubrir que lo que hay “fuera” es como lo que hay “dentro”; que lo que hay arriba es como lo que hay abajo (“La mesa de esmeralda”, Hermes Trismegiste”). Por otro lado, el pensamiento científico es más analítico: separa lo que observa de su contexto de vida… basado sobre lo que se puede medir, cuantificar y reducir a un estudio estadístico, se cree objetivo. Sin embargo, como todo, solo es un punto de vista relativo.
Los dos modos de observación y razonamiento se combinan, a menudo perfectamente para quién es capaz de salir de sus certezas, y muchas veces uno confirma al otro.
Además, no es lo que observamos quién nos dice lo que es: es el observador quién lo define, según su capacidad mental y nivel de conciencia… Al final, todo aparece relativo. Es muy importante saberlo para no caer en pensamientos dogmáticos y falsos…
En definitiva, después de muchas reflexiones y observaciones prácticas, nace la conciencia de unidad: el observador no es diferente del mundo que está observando. Solo existe una separación aparente en el pensamiento analítico.
La Medicina Tradicional China*1, nos describe el cuerpo humano como una antena, que relaciona el “Cielo” y la “Tierra” en sí mismo.
La vía del Tao consiste “simplemente” en asociar de manera armoniosa, a través de nuestros pensamientos y actos, las influencias Yang (del “Cielo” / ”Padre”) y Yin (de la “Tierra” / ”Madre”) recibidas en el instante de la concepción, y, luego, durante nuestra vida. Así se establece la salud …o la enfermedad!
En la MTC, el Psíquico no está separado del Físico, como el Cielo no se puede separar de la Tierra, ni el Sol de la Luna…; son las dos caras de una misma moneda. Los médicos antiguos observaron que, según el buen o mal funcionamiento de cada órgano y cada víscera contenidos en el tronco, aparecen sistemáticamente varios tipos de comportamiento psíquicos. Al revés, observaron también que nuestras actividades mentales y emocionales determinan el funcionamiento de cada pareja de órgano/ víscera…
Si, desde el punto de vista “vertical”, consideramos que el Psíquico determina el funcionamiento del Físico (como la luz del Sol permite “existir” a la Tierra ), de manera “horizontal”, podemos considerar que los dos siempre intercambian y determinan su funcionamiento mutuo.
1* Hablamos aquí de la medicina antigua, tal como se enseñaba en China hasta el principio de siglo 20, antes de la revolución cultural china comunista, que destruyó casi todos lo conocimientos antiguos. Estos conocimientos tradicionales llegaron a Occidente gracias a algunos misioneros y diplomáticos de los siglos anteriores, que se interesaron en la cultura china (lengua) y su medicina tradicional; trajeron con ellos algunos libros antiguos milagrosamente preservados, como por ejemplo el “Nei Tching Su Wen” y el “Ling Shu…

Observamos, según este punto de vista, que un exceso de felicidad puede perturbar al Corazón, y provocar con el tiempo y la distancia mucha tristeza y una alteración Pulmonar… por fin provocará mucho miedo (el miedo de perder la felicidad…), que desembocará en una disfunción de los Riñones!
Al revés, una disfunción fisiológica de los Riñones provoca una emoción de miedo, que puede desencadenar, a distancia, una taquicardia (angustias cardiacas) y un estado de depresión, alterando al Bazo y al Estómago.
Para compensar psicológicamente, la persona buscará, fisiológicamente, alimentos dulces…
Vemos aquí cómo una actitud psicológica (miedo) puede provocar una manifestación somática (taquicardia) que aboca en otro estado psicológico (depresión) y una compensación somática (búsqueda del sabor dulce, de azúcar).
Todo este estudio de los comportamientos psicológicos y somáticos están muy bien descritos en MTC. En el psiquismo chino llaman a esto las “entidades viscerales”: serían como “diablitos” y “angelitos” (“Kweï” y “Chen”) que viven en cada órgano y víscera. Según el equilibrio, o no, de cada uno, se manifestará más el “Kweï” o el “Chen”… Todo esto representa de forma poética (y también muy precisa) el psiquismo de los seres humanos y sus efectos somáticos.
Observando nuestros comportamientos, según el punto de vista de las 8 “imágenes” u 8 “fuerzas” (7+1) descritas tradicionalmente (que son como enormes ríos energéticos que estructuran nuestro universo y también nuestro cuerpo), podemos identificar 8 Temperamentos que expresan 8 grandes tipos morfológicos y de funcionamientos somato-psíquicos:

  • La fuerza de la “Tierra” (“Kuen”), se expresa con una morfología muy redonda, y un comportamiento muy tranquilo…Todo esto en relación somática con el Bazo, el Estómago y la función de alimentación.
    En la “Montaña/Volcán” (“Ken”), observamos una morfología muy musculada, y un comportamiento muy activo y fuerte. Se relaciona con el “Maestro/Ministro del Corazón” y la función circulatoria y sexual…
  • El “Agua” (“Kan”), se manifiesta con una morfología ósea y un comportamiento discreto e introvertido. Aquí encontramos a los Riñones y la función ósea…
  • La fuerza del “Soplo” (“Suen”), corresponde a una morfología muy armoniosa, a la vez dulce y con fuerza. El comportamiento es ante todo afectivo (importancia de la familia). Esto es en relación con el Pulmón, el Intestino Grueso y la función respiratoria, de oxidación y defensa inmunitaria…
  • En la fuerza del “Cielo” (“Kien”), observamos una morfología cortada en dos a la altura de la cintura, y sobre todo rectitud lumbar. El comportamiento es muy emotivo. Se relaciona con el Hígado, la Vesícula biliar y la función muscular.
  • El “Lago” (“Tueï”) es morfológicamente delgado, nervioso. El comportamiento es muy sensible, intelectual. Se relaciona con el “triple recalentador” y los órganos de los sentidos.
  • La fuerza del “Fuego” (“Li”) encarna en una morfología deportiva, activa. El comportamiento es relacional. La función somática es Vejiga y la función de eliminación, purificación del organismo.
  • En relación con la fuerza del “Rayo” (“Tchen”) observamos una morfología alargada. El comportamiento es muy social y espiritual. Se relaciona con el Corazón y el Intestino delgado.

En el curso que proponemos, además del aprendizaje de la acupuntura tradicional, añadimos el estudio de estos 8 Temperamentos. Claro que la descripción que acabamos de hacer, es muy sucinta. A cada uno de ellos corresponden, no sólo órganos y vísceras como hemos dicho aquí, sino también diferentes partes del cuerpo, dibujando 8 cadenas Osteo-Energéticas. Además, si las 8 fuerzas se inscriben en los espacios del cuerpo, actúan también según unos ritmos temporales: ciclos de 7 y 9 años de la vida humana, de tal manera que a cada edad corresponderá una zona particular del cuerpo…
Finalmente, tenemos un arma diagnóstica muy global, y a la vez, muy precisa. Fácil de utilizar en la práctica gracias a la observación de los signos físicos (morfología, zonas afectadas, etc…), clínicos (modalidades de los síntomas…), y psicológicos (comportamientos). Además, en nuestra forma de trabajar, el diagnostico se enriquece muchísimo gracias a la pulsología radial, que nos permite afinar el diagnóstico en cada momento de la consulta y comprobar inmediatamente la eficacia de los puntos utilizados.

Marc Pialoux